BÁRBAROS
Dos personajes se mueven en un espacio reducido. Uno invade el espacio que el otro debe vigilar y el dominio, el poder, la dependencia aparecen de manera brusca en un escenario ocupado por un banco y con una pantalla de cine que proyecta un fondo gris a modo de iluminación. Dominador y dominado, vigilante y vigilado deben cumplir con su función de manera diligente porque si no serán castigados y sufrirán las
consecuencias. Cada personaje debe averiguar quién es el otro y la realidad se nos muestra viva en el escenario. Así las risas nacen de la contemplación de nosotros mismos en el espejo de las tablas, el humor de una realidad desnuda y viva.
Risas porque hablamos de una comedia, un divertimento que ahonda en la crisis económica y de valores que sufre nuestra sociedad: el paro, los problemas sentimentales, la pobreza, la falta de horizontes aparecen de manera natural, nos tocan dentro y nos hacen reírnos de nuestra propia cotidianeidad.
La trama es sencilla: aparece un Hombre Gris, con una maleta vieja, mira a los lados y ve que no hay nadie. Se sienta en un banco y empieza a leer el periódico. Por la parte contraria entra un Vigilante de seguridad uniformado. Así empieza el juego: nadie puede sentarse en ese banco; el Hombre Gris ha infringido las normas. Empieza el enfrentamiento con el público como testigo.
Autor: José Luis Alonso de Santos.
Actores:
Miguel Ángel Batista
Juan Carlos Tacoronte

